La Investigación Criminal tiene como fin primordial la búsqueda de la verdad, mediante la reconstrucción histórica del delito, para determinar ¿qué pasó?, ¿cómo aconteció?, ¿cuándo se perpetró?, ¿dónde ocurrió?, ¿quién lo cometió?, ¿cuántos participaron? y ¿por qué sucedió?. La misión de un investigador es la de realizar las pesquisas necesarias para lograr el esclarecimiento de un hecho punible de acción pública, que conculque derechos fundamentales, coordinando con las diferentes disciplinas de la Criminalística y las Ciencias Forenses, la práctica de los peritajes que correspondan, a los fines de demostrar con elementos técnico científicos, la verdad de lo ocurrido y en consecuencia la identificación de sus autores o partícipes. Se debe tener especial atención en la forma en que dirigirá la investigación, a fin de lograr el esclarecimiento del crimen, con un mínimo de esfuerzo, en el menor tiempo posible y utilizando acertadamente los recursos que se posee, para lo cual es necesario seguir una metodología con la que se obtendrán resultados satisfactorios.
Al iniciar la investigación es necesario, primeramente diseñar la estructura del caso sujeto a complementar en un expediente, en el que se tiene que reunir todo un cúmulo de diligencias, que debemos organizar de manera tal que nos oriente a las hipótesis para la solución de las interrogantes que se nos planteen, así como otras dudas que se vayan presentando durante la pesquisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario